Por Colombia en nov 8, 2010
Teniendo en cuenta como los metafísicos se basan en información no verificable para aconsejar, es irónico verlos renunciar a sus sublimes interpretaciones intuitivas y espirituales de las cosas mundanas cuando se trata de su vida cotidiana. Por ejemplo, al comprar un automóvil nuevo, preguntan cuántas millas por galón cubre el coche, o el costo exacto de su compra.
De hecho, gran parte de nuestra vida diaria consiste en la aplicación de los principios científicos. Como dijo B.F. Skinner: “los sentimientos intuitivos pueden cosquillear las fibras del corazón de un poeta”, pero no hacen nada para mejorar nuestro conocimiento del mundo físico. Lo que hace sentir bien a una persona o apelar a las emociones, no necesariamente contribuye a la propia comprensión del mundo.
Fresco, The Best That Money Can’t Buy (2002), p. 18.
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