La "mentalidad de la manada" prevalece en las crisis financieras
Expertos en Neuroeconomía señalaron que cuando la información escasea y el peligro parece inminente, las personas dejan de lado su propia lógica y empiezan a mirar lo que están haciendo los demás.
Por Maggie Fox
WASHINGTON (Reuters) - La "mentalidad de manada" reina durante una crisis financiera porque las personas prefieren seguir a la multitud cuando las épocas son inciertas, señalaron expertos en Neuroeconomía.
Los estudios conductuales y del cerebro muestran claramente que cuando la información escasea y el peligro parece inminente, las personas suelen dejar de escuchar su propia lógica y empiezan a mirar lo que están haciendo los demás.
"Las personas están asustadas y el motivo por el que temen es que actualmente hay una tremenda incertidumbre en los mercados", señaló Gregory Berns, neuroeconomista de la Emory University, que estudia la biología de la conducta económica, al hacer referencia a la crisis desatada en Estados Unidos.
Berns colocó a varias personas en resonadores magnéticos mientras evaluaba sus respuestas a varios escenarios y estudiaba los patrones de su activación cerebral.
Cuando las personas están vacilantes o dubitativas se activa un patrón claro en el "centro de temor" del cerebro.
"Si a las personas se les presenta una situación en la que no tienen información o la información es ambigua, vemos la activación de la amígdala y la ínsula", manifestó Berns.
Y es entonces cuando las personas comienzan a dudar de sus propios juicios.
El equipo de Berns realizó un experimento en el cual reclutó a actores y voluntarios reales. "Uno de los sujetos reales se introducía en el resonador", explicó.
Los expertos le pedían que realizara una tarea simple, que consistía en evaluar formas. "El grupo (de actores) decía a veces la respuesta incorrecta", señaló el autor.
Los voluntarios comenzaron a cambiar sus respuestas para adecuarlas a lo que decía el grupo. Quizá simplemente cambiaban sus propios juicios para mantenerse unidos al grupo, agregó Berns. Pero el resonador sugirió otra explicación.
CORRIENDO CON LA MANADA
"El grupo de alguna manera cambia cómo cada uno ve el mundo", dijo Berns. "Nuestros cerebros realmente buscan aceptar la opinión del grupo sobre el mundo", añadió.
En este caso, correr con la manada no tendría sentido, dijo Paul Zak, del Centro de Estudios sobre Neuroeconomía de la Claremont Graduate University en California.
"Existe una suerte de reacción exagerada de la mentalidad de manada", dijo Zak en una entrevista telefónica.
En las últimas semanas, el Gobierno estadounidense se hizo cargo de las hipotecas de las compañías financieras Fannie Mae y Freddie Mac, Lehman Brothers Holdings Inc entró en bancarrota, Bank of America Corp adquirió Merrill Lynch & Co Inc y Washington Mutual, el mayor banco comercial de Estados Unidos, cerró.
El Congreso estadounidense rechazó el lunes un plan de rescate para salvar el sistema financiero del país de 700.000 millones de dólares, lo que impactó negativamente en las bolsas de todo el mundo.
Zak señaló que las reacciones son ilógicas. "No veo evidencia de que esté llegando una depresión pero parece que las personas se están comportando de esa manera", dijo.
El motivo es la evolución, señaló Zak. "Somos realmente simios hipersociales. Aprendemos casi exclusivamente unos de otros", añadió.
"Los chismes realmente son importantes porque son otra forma de aprender socialmente. Separar los rumores de la realidad es difícil, particularmente en estos mercados complejos", indicó Zak.
Berns, cuyo libro "Iconoclast" (Iconoclasta) sale a la venta esta semana y apunta a enseñar a las personas a evitar esta conducta de manada, se negó a dar un consejo referido a la situación del mercado actual.
"No soy un genio financiero. Lo que sé es que cuando se ve a millones de personas en el mercado básicamente volviéndose locas, eso desborda el cerebro de cada uno y da el impulso de hacer lo que todos los demás están haciendo", finalizó Berns.
Por su parte, Zak sabe lo que está haciendo: "Estoy comprando acciones", señaló.